Mercedes Laboisse, con apellido francés y que se pronuncia “Labuas” (lo puntualizo porque es muy importante respetar el nombre de las personas ya que tiene que ver con la identidad personal) es psicóloga, de Jerez de la Frontera, aunque vive en Sevilla. Esta gran profesional, es experta en relaciones de apego y gestión del trauma y se puede leer en su cuenta de Instagram @mercedeslaboisse que usa también para sensibilizar, “El apego seguro cambiará el mundo”. De esto y de mucho más hablamos en esta entrevista que te invito a escuchar.
Mercedes es facilitadora del “Círculo de Seguridad” que consiste en mejorar el apego en las relaciones entre padres e hijos mediante la intervención temprana. Los fundadores son Glen Cooper, Kent Hoffman y Bert Powell y el libro con el que se puede profundizar en todo esto es “La intervención del círculo de seguridad”. Daniel Siegel, psiquiatra prestigioso conocido por haber escrito “El cerebro del niño” (libro para tener en la mesilla de noche sin ninguna duda), dice que este libro “ofrece una exploración terapéutica intrincada pero práctica macerada en la dedicación y las ideas de sus autores”. El Círculo de Seguridad se fundamenta en la teoría e investigación del apego y de ello y mucho más hablaremos en la entrevista que estoy segura de que te gustará.
¿Qué pasa cuando el llanto de mi hijo me activa?
Me parece interesante decir que el prólogo de dicho libro lo escribe Carlos Pitillas, Doctor en Psicología de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid, a quién también entrevisté hace no mucho para el canal de YouTube de Padres Formados. Si alguien quiere escucharla, puede buscar su entrevista titulada “Relaciones de apego y traumas intergeneracionales”. Mercedes hace mucho hincapié en la importancia de construir relaciones de apego para poder acompañar mejor a los hijos y explica que cuando surgen los reproches hacia afuera o hacia adentro, los “autorreproches”, la capacidad de acompañar disminuye. ¿Qué pasa cuando el llanto de mi hijo me activa? Tenemos que recordar que hemos aprendido a ponernos a salvo, el niño cuando llora o expresa emociones desagradables observa que sus padres se ponen nerviosos y esto puede llevarle a sacar la conclusión de que es más seguro no expresar emociones ni pedir ayuda.
Espacios conjuntos para reflexionar y reparar
¿Habías escuchado alguna vez el término ”Música de tiburón”? Así lo explica la autora, es como ese estado de alerta en el que a veces nos ponemos porque nuestro cerebro como no sabe diferenciar lo real de lo imaginario, a veces nos quiere proteger de amenazas que no existen. Las investigaciones dicen que es suficiente con ser consciente de que algo me está pasando, “esto que está pasando a mí, yo lo vivo como peligroso, pero no lo es”. No es peligroso que mi hijo me diga que “soy la peor madre del mundo”, pero a nosotros nos activa porque lo tenemos grabado y es “nuestra música de tiburón”. Podemos aprender a decir, ”esto es difícil para mí, pero desde la consciencia puedo elegir sostener la situación”.
Mercedes explica también que los “espacios de reflexión conjunta” son muy necesarios para reflexionar y reparar, porque necesitamos analizar cómo nos estamos relacionando con los seres más maravillosos del mundo, nuestros hijos. Un poco antes de finalizar la entrevista, le pido a Mercedes que ponga algunos ejemplos sencillos de los distintos tipos de apego porque la mayoría de las personas que escuchan las entrevistas que hago con el fin de sensibilizar en buenos tratos a la infancia suelen ser padres de familia y ella lo explica de una forma muy sencilla que he recogido en el siguiente texto.
Tipos de apego explicado de forma sencilla
“El apego seguro es donde voy a encontrar personas que van a estar para mí y eso me ayuda a considerarme valioso. Sin embargo, en un apego inseguro ansioso ambivalente el mundo no es muy seguro, es difícil salir a explorar y cuando yo necesite de mis mayores voy a tener que hacer mucho ruido para que me puedan atender. Y si no soy atendido porque no tengo ese derecho, ¿cuánto de valioso soy yo? Por otro lado, el apego evitativo sería, si yo necesite algo y el mundo no es un lugar seguro, no va a haber nadie para mí, ¿cuánto de valioso soy? Esto pone en peligro el desarrollo de la autoestima. Por último, en un apego desorganizado como no se ha podido organizar nada, el mundo es muy inseguro, en el resto de los apegos se puede hacer ruido y es probable que seamos atendidos, pero aquí no sé a qué atenerme, igual me dan un beso como un tortazo”.
Creo que esta entrevista es muy amena, me gustaría que me dejarás un comentario de qué te ha parecido y qué has podido aprender o en qué te has podido reafirmar. Desde luego yo resumiría todo lo aquí expuesto con la siguiente frase, “Que nuestras casas sean hogares y no solo paredes, donde dentro se vivan relaciones saludables”. Deseo lo mejor para vuestras familias.
“Que nuestras casas sean hogares y no solo paredes, donde dentro se vivan relaciones saludables.
Leticia Garcés Larrea