Ares González es padre de familia numerosa, maestro y formador de educación y crianza. Se ha especializado en acompañamiento respetuoso a la infancia, innovación pedagógica, familia y crecimiento personal. Es tutor de aula en el Colegio Lourdes FUHEM, colaborador de la revista Aula de Infantil de Graó e impulsor de la web de educación Alaya Difundiendo Infancia. Su objetivo es ayudar a docentes y familias a acompañar a la infancia educando para la vida, generando mejores ambientes y, sobre todo, disfrutando. Para ello ha creado dos espacios de formación: Crecer en Familia y Escuela de Docentes
Leticia Garcés le ha entrevistado para el canal de youtube de Padres Formados a raíz de su libro “Educar con GPS”. Ares nos cuenta que su libro nació precisamente de las conversaciones con familias, lleva más de diez años trabajando en el colegio y se dio cuenta que los problemas que se dan en las familias son los mismos y reflexionando sobre ello, encontró en los seis puntos que explica en su libro la respuesta a estas inquietudes. “Lo importante son estos seis puntos, trabajarlos y disfrutar de la crianza. La idea también es cambiar la mirada para disfrutar de la crianza”. Ares explica que venimos de una educación muy autoritaria donde las emociones no tenían cabida y nos hemos ido a otro lado donde parece que vale todo y el libro te permite encontrar un punto medio porque “si tú no estás bien, tus hijos no pueden estar bien.”
¿Por qué educar sin GPS?
El viaje más importante de nuestras vidas que es criar a nuestros hijos no se lo podemos dejar a un GPS, la maestra te dice que hagas algo de una manera, el pediatra de otra, una amiga de otra, etc. Tenemos tanta confusión con tanta información que recibimos, que con el libro he intentado ordenar un poco los temas más importantes que bajo mi experiencia siento que puede ayudar a las familias. Hay que cambiar la mirada para disfrutar la crianza.
De todo el libro la parte que más me ha costado explicar ha sido el tema del sueño porque he querido darles la información y proponerles ejercicios para que decidan qué les puede funcionar. Yo antes les decía a las familias lo que a mí me funcionaba pero con el tiempo me di cuenta que no todo funciona para todo el mundo.
Lo cierto es que estamos aprendiendo, nuestros hijos son un espejo que nos ayuda a conocernos, nos ayuda a darnos cuenta lo que podemos mejorar. Mi hijo me dijo una vez “papá no me estás escuchando” ahí te das cuenta que quizás con otras personas puede que lo hagas. Hay un capítulo dedicado al bienestar emocional, una vez una amiga me dijo “¿tú te sientas a ver a tus hijos mientras juegan?” es un shock darte cuenta que no lo hacemos mucho, porque te permite estar presente y disponible.
La presencia para crear apegos seguros
“Un niño que no juega es un niño que no está bien. Viven en un mundo de adultos, hay que permitirles ser”
Tengo la firme creencia de que la mayoría de apegos son seguros y que en algunos momentos puede que sea inseguro. Sin presencia no hay apego, el vínculo se resiente. A veces a las familias les receto con cierto humor “curas de presencia”, hay que hacer un esfuerzo para dedicar tiempo para estar con los hijos. El tiempo tiene que ser de calidad y con continuidad con sus figuras de referencia. Tenemos oportunidades cada día para conectar con nuestros hijos y esto te facilitará la comunicación en la adolescencia.Nos pasamos la vida mirando lo que no nos dieron, es mejor agradecer lo que me pudieron dar e intentar disfrutar de nuestra crianza.
Educar es una inversión a largo plazo y por eso la mejor herramienta es la continuidad, no es una cuestión de técnicas sino de ofrecer un marco claro y ser constantes para que los cambios puedan darse. Ares termina la entrevista proponiendo que si hubiera un servicio público de asesoramiento familiar quizás las familias podrían sentirse más acompañadas para llevar a cabo la crianza de forma respetuosa.
