EL ABC del Llanto: Acompañar Bien Con Amor
Hoy quiero hablar de algo muy sencillo y complejo a la vez. Sencillo porque es tan natural como estar con una persona que lo está pasando mal. Cuando acudimos a un funeral porque una persona conocida ha perdido a un ser querido, entendemos que llore, sabemos acompañar con el silencio, con la mirada, con un abrazo y con una frase tan acertada como «te acompaño en el sentimiento».
Cuando hay un motivo que todos conocemos, aceptar que la persona llore es fácil. Pero, ¿si llora y no sabemos el motivo? Nos angustia, ya no sabemos cómo acompañar, necesitamos entender para acompañar, sin embargo la emoción puede ser la misma, tristeza o frustración. Y si, ¿quien llora es un niño cualquiera de menos de seis años? Le preguntaremos qué le pasa hasta entender qué provoca su mal estar. Y si, ¿quien llora es nuestro hijo? Pues seguramente aunque conozcamos los motivos y entendamos sus razones, no siempre sabremos acompañar su sentimiento porque nuestros emociones se activarán por el tipo de vínculo afectivo que tenemos y para estar bien, necesitaremos que él también esté bien. Precisamente porque esta situación es muy habitual, hoy quiero hablar del «ABC del llanto. Acompañar bien con amor».
El ABC del llanto
Acompañar con amor requiere de un respeto absoluto hacia la vivencia emocional de otra persona. No solamente entendemos que tiene un motivo para llorar, aunque no siempre lo conozcamos, no solamente sabemos que la emoción que siente tiene que expresarse a través de la conducta, en este caso el llanto, sino que tenemos tan claro que esa emoción es suya y no nuestra, que acompañar con amor será permanecer cerca, a su lado, sin juicios ni prisas, ni soluciones ni explicaciones, simplemente saber estar presentes, enviando un mensaje de aceptación: acepto que tienes un motivo, acepto que te afecta, acepto que expresarlo te ayuda y acepto que no tengo derecho a modificar tu experiencia emocional para sentirme tranquila pero tú si tienes derecho a sentirte acompañado y yo quiero estar a tu lado.
Acepto que es tu emoción, no la mía
El llanto es la expresión de una emoción legítima, personal, propia que afortunadamente cuando se comparte, se encuentra la capacidad de disminuir su intensidad. De ahí la importancia de escucharlo, atenderlo, aceptarlo y acompañarlo, para que esa experiencia empática permita a la persona regularse.
Es tan importante lo que les hacemos sentir mientras lloran, que esta experiencia grabada a fuego a nivel inconsciente, les ayudará sin duda, cuando no estemos con ellos.
Por eso, sugiero que en lugar de decir «no llores» o «no seas llorona», podemos decir otro tipo de frases como:
💟»Veo que te has hecho daño, quédate conmigo mientras se te pasa el dolor…»
💟»Cuéntame lo que ha pasado y pensamos una solución»
💟»Entiendo que ahora no quieres hablar conmigo, espero»
💟»Veo que has pasado un mal momento, ¿quieres un abrazo?»
💟»No sabía que me estabas llamando, ahora te puedo atender, quiero saber lo que te ha pasado.»
💟»Quizás de niña no supe entender tus emociones, dame la oportunidad de enmendar mis errores.»
¿Qué les ayuda cuando lloran?
Recuerda el «ABC del llanto, Acompañar bien con amor», aquí tienes algunas sugerencias para hacerlo.
➡️Abrázalos siempre que quieran, porque cuando no estén tan receptivos, se alimentarán de todos los abrazos que recibieron.
➡️Cuando sean mayores y ya no les veas llorar,los recuerdos de las veces que estuviste a su lado mientras lloraban, serán el mejor recurso para gestionarse emocionalmente
➡️Lo que sienten cuando están contigo, es lo que les ayudará cuando tú no estés con ellos.