Sectas peligrosas y adolescencia

Luis Santamaría del Río es teólogo y profesor de bachillerato,  destacado experto en sectas y miembro fundador de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas y antiguo director de comunicación de la Diócesis de Zamora.

Sectas y adolescencia

¿Qué se entiende por una secta?

Empezamos la entrevista con una pregunta sencilla, ¿Qué es una secta? hay muchas definiciones, secta tiene un pasado muy religioso, esa palabra viene de cortar con un grupo, como se asocia a la religión hay gente que no le gusta usar la palabra secta y usan otras palabras más neutras como “organización coercitiva”. Secta tiene un pasado religioso, era la palabra que usaba la religión grande para referirse a una más pequeña, el grupo que se corta de otro, “la palabra secta tiene una connotación de división o ruptura que tiene en el origen de la escisión a un maestro al que el grupo ha seguido”.

 

La secta destructiva transigente las fronteras de lo religioso, en el libro que he escrito, “A las afueras de la cruz. Las sectas de origen cristiano en España”, analizo sectas que tienen un carácter religioso por eso a mí me gusta usar una definición de mi compañero Vicente Jara, que también es miembro de la RIES (Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas) y  “una secta es un grupo social depredador que practica el mimetismo y el señuelo”. Es decir, un grupo que buscaría captar personas a través de un ofrecimiento de algún tipo de beneficio, en muchos casos espirituales, o falsas promesas. 

 

Para Luis esta definición tiene tres conceptos interesantes, depredador, mimetismo y señuelo. “Cuando se lo explico a mis alumnos de bachillerato les pongo la imagen de la serpiente de cabeza de cobre o planta carnívora. Ambos seres engañan a sus víctimas para que se acerquen, como un pajarito que se acerca a comerse una lombriz y es la punta de la cola de la serpiente que se lo puedo comer. O un insecto que se acerca a la planta carnívora, están a la caza de personas, buscan víctimas, engañan  a través del mimetismo, hacerse pasar por un grupo religioso, grupo de autoayuda, crecimiento personal o escuela y el señuelo es algo atractivo, algo que responde a sus intereses, necesidades. Eso sería una secta según mi opinión” dice Luis.  

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¿Cómo es una persona captable por una secta?

El perfil de una persona captable por una secta es una persona que respire y le lata el corazón, así de sencillo. Desde los adolescentes y abuelos, cualquier persona puede ser captable. Hay características de la personalidad que nos pueden hacer estar más atentos, baja autoestima, timidez, dificultad en las relaciones sociales, pero no solo, también puede ser captable un adolescente generoso, que tenga tendencia a ayudar a los demás, al voluntariado, las sectas buscan perfiles de los que puedan aprovecharlas. Tanto elementos “negativos” de la personalidad como otros que aparentemente pueden parecer positivos y hacen que la persona sea más captable. También la inmadurez, los problemas afectivos o familiares y tener puntualmente algún momento de crisis personal, un duelo mal llevado, una enfermedad en casa, tener un problema de bullying en el colegio o mobbing en el trabajo o que hayan inmigrado. Cualquier factor que lleve a la introspección puede hacer que las sectas se aprovechen de la vulnerabilidad. 

Lo importante es la formación y no tanto la información, nunca antes hemos tenido tanta información pero hay que dotarlos de herramientas para distinguir la verdad de la mentira, lo bueno de lo malo y saber qué líneas rojas hay que identificar para pedir ayuda a tiempo. La relación con la familia es una forma de prevenir, la familia va a estar contigo siempre, te va a querer siempre, no rompas con la familia, la secta la aísla de la familia, el aislamiento no tiene por qué ser físico. Van tejiendo una tela de araña alrededor de su corazón, aparentemente hacen una vida normal pero cuando están solos puede que estén en otra realidad, otra dimensión. Cuidado con los que siembran dudas de tu familia, que te quieran apartar de tu familia y se presenten como tu nueva familia. Hay frases peligrosas que usan algunas organizaciones como, “mi familia de elección y no impuesta” “desterrar las creencias limitantes”.

¿Cómo identificar que estás entrando en una secta?

El aislamiento de la familia es algo clave. Otra línea roja son las propuestas maravillosas, que proponen respuestas fáciles como, “aprender inglés en cinco días”. Cuando proponen soluciones mágicas para situaciones complejas, sospecha. También cuando el lenguaje mezcla lo espiritual, con lo psicológico o lo científico. Cuando se utilizan términos para deslumbrar, también cuidado, ahora parece que todo es “neuro” o todo es “coaching”, se mezclan elementos con validez científica con cosas que son todo humo. 

Aunque la intención sea buena, desde el origen nace viciado. Hay personas que son estafadores claramente pero la mayor parte de los líderes religiosos se creen lo que dicen y  los adolescentes no son tontos, son capaces de percibir la autenticidad de la persona, ven personas convencidas y  se acaban convenciendo. Los líderes de las sectas tienen claros rasgos de personalidad narcisista, también pueden tener rasgos paranoides y psicópatas. Son personas que tienen una misión de llevar a la gente a la verdad, que siguiéndoles las personas pueden desarrollar sus personalidad y con su delirio mesiánico arrastran a otros.

 

El joven tiene que aprender a ser crítico, a hacerse preguntas, a buscar fuentes, igual que miramos reseñas y buscamos las negativas porque las positivas pueden ser pagadas, eso también se puede hacer, buscar si hay víctimas. ¿Cómo se distingue entre un grupo sano y uno que no lo es o entre una secta y una religión? La libertad. Que cada uno pueda elegir conforme a lo que cree que es bueno, sin miedo a que te dejen de lado, a perder tu estatus o miedos metafísicos, “me voy a condenar”, ”ya no voy a ser millonario”, “no voy a tener éxito”, etc.

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La vergüenza y el trauma de pasar por una secta

El grupo INVICTUS de Investigación está formado por investigadores de las sectas coactivas y José Miguel Cuevas, autor del libro “Sectas: Cómo funcionan, cómo son sus líderes, efectos destructivos y cómo combatirla”, han elaborado una escala para poder valorar hasta qué punto una persona ha sido manipulada por un grupo.  Algunos psicólogos también  hablan de relaciones sectarias para referirse a relaciones de sometimiento, dominación y manipulación. Quizás en los institutos habría que hablar de ello, hay muchos elementos en común con la prevención de violencia de género y acoso escolar. Para concluir podemos decir que una familia fuerte es el mejor antídoto para la prevención de las sectas,  crecer en comunicación y que sea de calidad, no hace falta nada excepcional para prevenir en las familias, que haya amor, respeto a los ritmo de cada uno y ayudar a la maduración de los hijos.

Si quieres escuchar la entrevista

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Leticia Garcés Larrea

Pedagoga por la Universidad de Navarra (2009). Integradora Social (2002). Postgrado en Educación Emocional y Bienestar en la Universidad de Barcelona (2016). Máster en Inteligencia Emocional (2017) y estudios de Neuroeducación (2018) en la UNED de Madrid. Psicología Positiva en el Instituto Europeo de Psicología Positiva (2019). Diplomado de Educación Emocional, Liderazgo y Bases del Coaching para el Desarrollo Integral en la Fundación Liderazgo Chile (2022).
En 2010 fundó el centro de orientación familiar Padres Formados, desde donde asesora a familias en crianza positiva e imparte formación a familias y profesionales en temas relacionados con la Educación Emocional y la Parentalidad Positiva, tanto presencial como online, a nivel nacional e internacional (Colombia y México entre otros países). También organiza eventos de Educación Emocional desde 2012 en Navarra (España).
Ha sido profesora en la Escuela de Inteligencia Emocional de la UNED Vitoria-Gasteiz, también en UNED TUDELA y profesora en el «Experto Universitario en Inteligencia Emocional » de la UNIR (La Universidad Internacional de La Rioja). Vivió y trabajó en centros de menores en Guatemala y coordinó proyectos de cooperación y educación (2002-2007). Es coautora de los cuentos y del disco “Emociónate” (2014), autora del libro “Padres Formados, hijos educados” (2017), de la guía descargable “Educar sin miedo” (2018) y del cuento «Dragombolo saca el bolo» (2020) para la gestión de la frustración.También es impulsora la campaña de sensibilización «Educar sin Miedo»