Conciliación familiar, coordinarse para no desconectarse

La conciliación familiar, más allá de coordinarse, no desconectarse

Recuerdo cuando fui madre por primera vez, trabajaba en una ONG en Guatemala como cooperante y me solía llevar a mi hijo a la oficina, me creía capaz de llegar a todo y estaba convencida de que así era. Pero mi madre a veces me recuerda que yo solía estar frente al ordenador, con el teléfono en una oreja y dando el pecho a la vez. ¡Como si tuviera brazos de pulpo! Casi parecido a la ilustración que he colocado, muchas ocupaciones y sonriendo porque mi sensación era que llegaba a todo o a casi todo,  aunque, ¿a qué precio?

 

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Si te soy sincera, ahora que pienso en ello, me produce cierta tristeza porque conciliar es algo muy distinto,  poder llegar a todo, si es posible,  pero en momentos distintos mejor y por supuesto, poder atender a tus hijos con la calidad y el cuidado que merecen. Creo que todas acabamos encontrando ese término medio donde nos sentimos cómodas y seguras, pudiendo desempeñar nuestro trabajo, dentro y fuera de casa como mejor podemos y sin llegar a un agotamiento extremo al atender a nuestros hijos e hijas. Por eso, conviene tener presente el daño que producen los niveles de estrés elevados en las relaciones familiares para hacer todo lo posible para mantenerlo a raya y que no se convierta en síndrome de desgaste profesional o burnout.

Conciliar no es llegar, es cómo llegas

Cuando hablamos de conciliación familiar nos solemos referir a la capacidad que tenemos para organizar la agenda familiar pudiendo compaginar el trabajo y el cuidado de los hijos e hijas lo mejor posible. En algunos casos no es una capacidad propia, depende de las facilidades que ponen en las empresas o la red familiar con la que podemos contar. Cada familia lo lleva como mejor puede, pero también hay otra parte y es importante, que tiene que ver con saber estar «aquí, ahora, conmigo», de ahí la importancia de no desconectarnos del momento y de las personas con las que estamos. ¿Cómo me siento cuando estoy con mis hijos o hijas? ¿Pienso que mejor estaría trabajando y cuando estoy trabajando pienso que debería estar en casa? Está claro que organizarse bien no es suficiente, también hay que lidiar con las distintas emociones que se generan tanto si trabajas como si no.

Llegados a este punto, quiero hablaros también de un estudio reciente de Salud y Estilo de Vida que ha llevado a cabo Aegon, que se centra en el análisis del estado de salud, estilo de vida, hábitos y conductas relacionados con la salud y el bienestar emocional de los españoles en los últimos 12 meses. En este estudio también se analiza el impacto que ha tenido la pandemia en la salud y un dato impresionante que refleja desde mi punto de vista es que el 60% de la población no trabaja su bienestar psicológico general.

Tal cual lo copio,  “El duro golpe causado por la pandemia de la Covid-19 ha puesto de relieve la importancia de la salud emocional, sobre todo, en la capacidad de las personas para gestionar sus propias emociones y afrontar las dificultades. En este sentido, sólo un 45,20% de la población declara trabajar su salud emocional, entendida como el bienestar psicológico general, frente a casi el 60% que no lo hace.”  Mi pregunta sería, ¿Tú eres de ese  40% que lleva a cabo acciones concretas para mantener el bienestar emocional o por el  contrario perteneces al 60% que piensa que estar bien es una cuestión de la suerte que te toca?

 

Cuidarme para cuidar, no hay más

La conciliación tiene mucho que ver con estos datos porque tal y como os he contado anteriormente, tan importante es poderse organizar para trabajar, como que el cuidado familiar se lleve a cabo con una calidad alta y un trato excelente. Teniendo en cuenta que la gestión emocional propia, influye en el bienestar emocional y que según este estudio, sólo un 40% declara atender esta parte, podemos sacar una conclusión sencilla y es que, los padres y madres que no priorizan la salud emocional, por el motivo que sea, sus niveles de estrés pueden ser altos impidiendo llevar a cabo una conciliación de calidad y en cuanto a la educación de los hijos, una parentalidad positiva.

El estudio habla de varios aspectos importantes como la salud física y emocional, tecnología, cuidado de la salud y hábitos de ocio, pero a mí me interesa destacar lo referido al estrés porque para educar es un tema a solucionar. El estudio dice que “uno de los sentimientos que más afecta a la salud física y mental de las personas es el estrés. Nueve de cada diez españoles declara haber sufrido estrés en los últimos 12 meses, aunque la mayoría (57,70%) lo sufre ocasionalmente. Además, el 90,50% de los encuestados afirma que el estrés impacta mucho o algo sobre su salud”

Te queremos ayudar a conciliar

Desde Padres Formados tenemos un gran interés en aportar nuestro granito de arena con la formación en parentalidad positiva para que los niños y niñas reciban los cuidados de calidad que sólo padres y madres con bienestar emocional y gestión de su estrés pueden ofrecer. Pero también queremos ir más allá y ayudar a que mujeres que quieren ser madres o que ya lo son y que eligen cuidar a sus hijos, puedan conciliar, desempeñando una labor profesional desde casa. 

Para esto estamos colaborando con la Asociación Aited que se encarga de formar a mujeres (también hombres) en una nueva profesión digital que muchas empresas demandan, “asistentes virtuales”. Han preparado un webinar para presentar su próxima formación anual y creo que puede ser muy interesante si eres mujer, quieres trabajar desde casa, quieres conciliar o tener tiempo para hacer otras cosas y crees que te puede gustar ayudar a otras empresas en tareas variadas como atención al cliente, facturación, gestión de redes sociales, edición de vídeo/audio etc. No pierdes nada con asistir a este webinar, informarte y decidir.

no te pierdas este webinar

Anota esta fecha en tu agenda 2 de febrero de 2021. podrás elegir dos horarios, a las 11 am o a las 8 pm

Quiero despedirme con otra anécdota, cuando nació mi segundo hijo, me puse a estudiar, dormía tanto que sentía que ese tiempo lo podía aprovechar de alguna manera constructiva y ahora pienso, ¿por qué tengo la sensación de que siempre pensamos que tenemos que hacer más de lo que hacemos? ¡como si lo que hiciéramos no fuera suficiente! ¿No crees que a veces nos autoexigimos más de lo que la propia situación espera de nosotras? 

Ahora con perspectiva puedo decir que cuando somos madres nos convertimos en alumnas de nuestra propia maternidad y poco a poco vamos aprendiendo. Con el tiempo pensamos en lo que hicimos y las decisiones que tomamos y cómo lo haríamos ahora, lo interesante es verlo como una película que ya está grabada, no atascarnos en la culpa, queja o incluso desprecio hacía nosotras mismas, porque es tan sencillo como entender que como madre y mujer has evolucionado. ¡Te felicito por todo lo que has conseguido hasta el momento! ¡Piénsalo! ¡Has construido una familia, has contribuido a la sociedad!

Te vuelvo a recordar la fecha, el 2 de febrero tienes una cita con una nueva oportunidad de conciliar vida familiar y laboral ¿Quieres más información?

Os comparto uno de los cortometraje que hicimos para la campaña de sensibilización Educar sin miedo que habla de la gestión del estrés. 

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Leticia Garcés Larrea

Pedagoga por la Universidad de Navarra (2009). Integradora Social (2002). Postgrado en Educación Emocional y Bienestar en la Universidad de Barcelona (2016). Máster en Inteligencia Emocional (2017) y estudios de Neuroeducación (2018) en la UNED de Madrid. Psicología Positiva en el Instituto Europeo de Psicología Positiva (2019). Diplomado de Educación Emocional, Liderazgo y Bases del Coaching para el Desarrollo Integral en la Fundación Liderazgo Chile (2022).
En 2010 fundó el centro de orientación familiar Padres Formados, desde donde asesora a familias en crianza positiva e imparte formación a familias y profesionales en temas relacionados con la Educación Emocional y la Parentalidad Positiva, tanto presencial como online, a nivel nacional e internacional (Colombia y México entre otros países). También organiza eventos de Educación Emocional desde 2012 en Navarra (España).
Ha sido profesora en la Escuela de Inteligencia Emocional de la UNED Vitoria-Gasteiz, también en UNED TUDELA y profesora en el «Experto Universitario en Inteligencia Emocional » de la UNIR (La Universidad Internacional de La Rioja). Vivió y trabajó en centros de menores en Guatemala y coordinó proyectos de cooperación y educación (2002-2007). Es coautora de los cuentos y del disco “Emociónate” (2014), autora del libro “Padres Formados, hijos educados” (2017), de la guía descargable “Educar sin miedo” (2018) y del cuento «Dragombolo saca el bolo» (2020) para la gestión de la frustración.También es impulsora la campaña de sensibilización «Educar sin Miedo»